¿Vivir en Paris, parte 2?

Acabo de leer el nuevo post de Nora. Debo admitir que este post es casi una copia al de ella, pero por otro lado, me ha ayudado a inspirarme un poco. O bueno he recordado un poco.

Nunca he sido turista en mi propia ciudad, y creo que no he tenido tampoco (o no me he hecho) el tiempo necesario para hacerlo. Otra razón sería que no me gusta ir caminando sola por las calles, tal vez eso me atemoriza un poco. Hace poco más de un año que regresé de París, la Ciudad Luz, y nunca entendí bien el significado de esta frase. Creo que a pesar de que no hablaba muy bien el francés, no me daba miedo salir sola, e ir a lugares desconocidos sólo con mi chamarra, mi mochila, algo de comida y agua, y la cámara para tomar fotos. Creo yo que porque había montones de gente haciendo lo mismo que yo.

Creo que es hasta ahora que "me cae el 20" que viví por cinco meses en una de las ciudades más importantes y famosas del mundo. Mientras estaba ahí pensaba que debería de regresar a México o que las personas que más quería deberían de estar ahí, conmigo. En parte me sentía sola. Tengo muchas fotos y conocí a mucha gente y sí, sí extraño estar allá, con esa gente, inclusive con ese olor.

El hecho de que haya estado de intercambio me ayudó a animarme a viajar sola, a Washington. También conocí muchas cosas y tomé muchas fotos. Y no, no me dio miedo ir sola por las calles, en un lugar desconocido, con gente desconocida en una ciudad que en cualquier momento podría sufrir de un ataque terrorista. Aunque admito que sentí un poco de escalofrío cuando vi pasar un avión de guerra muy cerca de la Casa Blanca. Lo que me daba mucha pena era tenerle que pedir a la gente que me tomara alguna que otra foto, pero me daba más pena poner mi tripié enfrente de la futura fotografía.

Me gusta mi ciudad y sé que tiene muchas cosas que no conozco. Muchos eventos también desconocidos. Quiero poder regresar a París, rentar un departamento en el Barrio Latino (sûr le Bld. Saint Germain), comprar en alguna tienda de Champs Elysées, divertirme en Pigalle, resfriarme al subir a la Torre Eiffel, caminar por la noche por Trocadero, subirme al metro, apenarme al pasar por el Moulin Rouge... Dormir calientita y despertar una mañana blanca, blanca...

Lo siento Nora, te plagié la idea, pero así como tu añoras Londres, hoy añoro París.