23 dic 2013

De cuando fuimos bebés


De repente me llegan a mi mente, pensamientos curiosos. El último sucedió hace un par de días mientras le daba el biberon a O. La liga de pensamiento fue cuando recordé que mi mamá me decía: "Yo a ti... tu hacías... Lo primero que dijiste..." Y noté que, obviamente, también fui un bebé. 

Resulta lógicamente que todos nosotros, fuimos bebés, pequeños e indefensos. Nuestros padres nos cuidaron como mejor podían en base a sus posibilidades. Pero también mis papás fueron bebés, y me los imagino como en sus fotos, ¡pero mis abuelos también fueron bebés! Cada vez que pienso en el árbol genealógico, en mis antepasados (inclusive a los que ya no están o que no conocí) digo: "¡ellos también fueron bebés!" 

Todos necesitamos del cuidado y del cariño de nuestros padres, donde quiera que hayamos nacido, cómo sea que seamos, donde sea que vivamos. Somos tan frágiles como pequeños seres humanos, no nos podemos alimentar solos, prácticamente no podemos movernos, muy a penas alcanzamos a ver y sólo podemos llorar durante los primeros días después de nuestro nacimiento. 

Quiero pensar que todos fuimos concebidos y educados en un círculo de amor, de paciencia, dedicación... Que a pesar de todos los inconvenientes que resulta el traer un bebé a casa (y me refiero a inconvenientes como: el trayecto del hospital a la casa, las posibles complicaciones del parto, tener lista su ropita... ) nos quisieron desde el día UNO de nuestro existir, inclusive desde antes. Y reflexiono, ¿cómo hay personas que no se pueden enamorar un un ser tan indefenso como lo es un bebé? Independientemente de las condiciones en las que nació o se concibió (sin entrar en detalles).  

Me resulta difícil pensar en tantos y tantos niños y niñas que viven en el abandono, por cualquier situación. En los que están enfermos, incluso en los que mueren prematuramente... Pero me parte más el corazón pensar en quienes tienen la posibilidad de tener a estos seres maravillosos, ángeles de Dios, en sus vientres, entre sus manos, y aún así en su inocencia, los maltratan  y abusan de ellos en todas las maneras posibles. ¡Y ellos sin poder defenderse! Los budistas lo llaman karma, y tiene que aceptarse uno mismo en las condiciones que le tocó vivir, pero ¿qué mal han hecho esos pobres niños a la humanidad para tener que soportar tanto dolor? 

Espero que algún día, no existan noticias o avisos de niños maltratados e inclusive que haya cada vez menos orfanatos y casas hogar. No podemos culpar a la sociedad, ni al gobierno, pero podemos contribuir con la educación de los nuevos, de enseñarles a respetar el derecho de todo ser humano a la VIDA. 

27 nov 2013

Reflexiones sobre mis sueños

*borrador, escrito hace meses, nunca publicado*

O mis pesadillas...

La noche de anoche, tuve un par de sueños ligados pero aterradores. En el primero A, D e I tenían un accidente automovilístico y morían.



Segundo sueño: A se repone del accidente pero pierde un brazo y una pierna. ¡Terror! En el mismo sueño una amiga pasaba por lo mismo, aunque nunca la vi. Lloraba con tanto estrés, con pánico, con incertidumbre... pensaba qué pasaría en el futuro, cómo saldríamos adelante con O.

Hace un par de semanas, ya en la vida real A chocó. Fue algo sencillo, por decirlo así, pero gracias al Universo, a Dios, ocurrió el milagro de que no tuviera más complicaciones, ni lesiones. Sólo se perdió tiempo y el vehículo mientras está en el taller. ¿Qué hubiera pasado si todo hubiera salido al revés? Vuelvo a preguntarmelo, y siento taquicardia, me sube la temperatura y el estómago me hace ruidos...

Aviento el cliché: Me da pánico las situaciones cercanas a la muerte, asi la muerte misma. Creemos que tenemos todo seguro, la vida, el amor, lo material. Considero que algunas veces (casi siempre) me cuesta trabajo decir y demostrar lo que siento.

Tengo miedo, lo acepto, Acepto que me aterra perder a mi gente, mi familia, mis amigos. En mi adultez, se rompió mi burbuja, la gente muere en este plano (ley de la vida) pasa a un nuevo nivel, trasciende. Los niños, los bebés incluso en el vientre mueren. Y la pregunta de siempre, ¿por qué los niños mueren? ¿Qué nos enseñan? ¿Por qué conviven con nosotros tan poco tiempo? Nota mental: Releer el Libro Tibetano.

Que no muera mi amor por ti, tu amor por mi, estaremos juntos al trascender...