Lágrimas

Llora cuando tengas la necesidad de hacerlo.
Llora cuando estés triste, cuando yo esté triste.
Llora conmigo, limpiaré tus lágrimas.
Llora cuando me tengas, no cuando me pierdas.
Déjame llorar contigo de felicidad.

Tres y un flashback

Ayer domingo 15 de julio, fue un día muy especial pero a la vez muy extraño. No entraré en detalles, no es necesario.

No soy experta en temas esotéricos ni me consta que exista la reencarnación y las almas gemelas, o aquellas parejas que viajan en el tiempo tratándose de encontrar para seguir amándose en nuevas vidas. Lo que si creo es que es probable, y mucho. Ayer, sentí una sensación extraña y muy familiar, vino a mi mente una imagen de una mujer con un vestido antiguo la que nunca había visto antes, tampoco puedo asegurar que fuera yo, pero la combinación de factores, Él, el lugar y el sentimiento me dice que sí.

La cronología de lo que aconteció sucesivamente, son las señales de un camino que deseo recorrer. Es lo que llamo, predestino...

La curiosidad... ¿mató al gato?

Desde que recuerdo he sido muy curiosa, no es de esa curiosidad científica, sino como psicológica, social. Siempre he querido saber todo de las personas, que no me oculten nada transcendente o importante.

"El que busca encuentra" y sí, entre más buscas y más escarbas, más información o más basura recolectas. Es una manía que tengo: indagar sobre el pasado, sobre la verdad de alguien, y más si es alguien importante para mí. La única explicación que le encuentro es el temor de verme traicionada, que encuentre una mentira, por más piadosa que ésta sea, o simplemente una omisión de la verdad utilizada con la excusa de no querer molestarme o hacerme daño.

Hay quienes lo pueden tomar como desconfianza, tal vez lo describen correctamente, pero entre más comunicación exista, mayor la confianza.

Desde hace poco menos de tres meses me he propuesto a escuchar "las cosas como son" y del mismo modo decirlas cómo vienen, sin rodeos. Así es cómo funciona la gente...

¿Área de fumar o no fumar?

Cuando salgo a algún restaurant, realmente me da igual qué área me toque. No me molestan los fumadores y menos me deberían de molestar cuando puedo ser uno de ellos.

Mi primer cigarro lo probé en un XV-años aproximadamente un mes antes de cumplir los quince. En realidad no me gustó ni su sabor ni el olor que queda en tí después de terminártelo. En realidad nunca compré una cajetilla hasta hace apenas unos cuántos meses. Disfruto de un cigarro con un buen café y una buena plática.

"Dejé de fumar" por un poco más de tres años, hasta que recaí en el vicio hace poco más de cuatro meses. Ya, cuatro... el tiempo se pasa muy rápido.

Hoy, en un break, salí y me eché uno. Me di cuenta que realmente no me gusta fumar. ¿O será tal vez que no tengo ni el café ni la buena plática? Realmente no se por qué lo hice.