Me topé con una libreta que tenía la encomienda de ser aveces, mi paño de lágrimas, mi diario, y era donde ponía todos los sketches de las cartas que entregaría después. Algunas fueron entregadas otras tantas no. Me encontré manuscritos desde noviembre del 2002, hace ya casi 4 años. Los releí y me acordé de mi vida en ese momento.
Es increible la manera como los persivo, a veces siento que no soy yo quien escribía todo eso. ¿La inspiración? El amor, pero más cruel, un amor no correspondido, un amor del pasado que sigue siendo un buen amigo.
Hey!
ResponderBorrarTienes razón,muchas veces ayuda bastante leer cosas del pasado para reflexionar cuanto hemos madurado en todos los aspectos.
Ojalá que sean varias...