Sí, así es: otro día en el que mundo no vale nada. Esos días que tu boca del estómago quiere explotar de coraje. Otro de esos día que sólo quieres golpear a quien tienes enfrente. Uno de los muchos días en los que no me quiero. Y no, no es novedad.
Ya quiero que se termine esta vida y poder decir si me arrepiento o no de lo que he hecho, pero no se si quiero que se termine en este momento, no sé que más me falta por vivir. Dicen que tendría que ver las películas del Padrino, tirarme del bungie, de un paracaída, ir a bucear, escalar una montaña, leer los libros de Harry Potter, vivir en el desierto un par de días, ver las pirámides de Egipto o la Muralla China, casarte... Puedo decir en ese momento que me arrepiento de muchas cosas, pues lo que hago no me llena, y las que si me llenan estan fuera de mi alcance o pronto las perderé...
Y siendo sinceros, no creo que cualquier cosa de lo que está encima pase, o al menos pase pronto. Tendré que esperar mucho para que este coraje se muera.
Hoy no quiero ser yo, y quiero odiar a todos los que me saluden. Quiero hacerles gestos, hacerlos sentir mal. Quiero que me odien, porque de cierta manera me hace sentir placer, ser odiado/a es placentero. ¿Nunca lo has sentido? Inténtalo...
Dicen que el odio es el amor en su parte negativa, ¿es que tengo mucho amor en mí? ¿Es por eso que odio tanto?
Si me compras mi vida, con gusto te la vendo*. ¿Cuánto me das?
*Aplican restricciones...
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