¡Regresemos a Paris!

Sinceramente nunca pensé que llegaría a decir esto pero... ¡Extraño Paris! ¡Extraño Europa! No me arrepiento de las decisiones que hice, sin embargo viendo fotos de otros compañeros, debí de no preocuparme tanto por los gastos y seguir conociendo. Eso me pasa por ser precavida y moderada... pero bueno, nunca se sabe, como dice José José: "Ya lo pasado, pasado".

¿Será sólo nostalgia? No lo sé. Es una sensación rara. Si empiezo a ver mis fotos, empiezo a recordar los momentos que viví, más que nada aquellos que fueron felices y divertidos, cuando no pensaba en la soledad que me rodeaba y la melancolía podía ser dejada para el anochecer, para cuando me pudiera desquitar con alguien por teléfono, cosa que nunca era buena, pues siempre terminaba peor con sentimientos de culpa. Es por eso que trato de pensar en los momentos alegres: en la primera noche que ví la Torre Eiffel, la primera nevada de mi estancia, el último examen presentado, el viaje a Turín, ir a la Fnac y no comprar nada, comprar souvenirs, tomar muchas fotos, ver una película en el cuarto de tus amigos, no dormir porque estabas de fiesta, dormir a medias porque donde te quedaste no te dejaron espacio en la cama y el piso estaba duro, tomar un café helado y luego enfermarse por la onda de calor, ir a misa en Notre Dame, comer kebaps y crepas, hacer picnics en los jardines de la Torre, Eurodisney, etc... etc...

Pero, pensándolo bien, los momentos tristes no eran tan malos. Ahí te dabas cuenta que no estabas solo y podías contar con la gente, pero desgraciadamente volvemos a la realidad y no cumplimos las promesas que se hicieron. Todos volvemos a ser los de antes, los de siempre.

Quisiera regresar, pero esta vez no lo haría igual. Trataría de llevarme todas aquellas cosas que me hicieron falta, a quien me hizo tanta falta.

Paris, je veux retourner...

Pas plus à dire...