4 feb 2007

Siete tarjetas de teléfono

Siete tarjetas de larga distancia, EuroLatina, montones de tickets con las cuentas en euros, notas de escuela en un idioma raro... Son mis recuerdos de 2005.

No tenía internet en mi cuartito de 4x4, y cuando quería escribir algún mail tenía que ir a la sala de cómputo donde no podía hablar con el Skype. Realmente sí podía, pero se me quedaban viendo feo cuando hacía ruido, o cuando tenía ganas de llorar por la melancolía y se me ponían los ojos rojos. No entendían qué se sentía estar lejos y sola en un país en el que la gente no te entiende, o al menos no quería hacer el esfuerzo por entenderte. Tal vez los otros extranjeros ya se habían acostumbrado.

Siete tarjetas de larga distancia son las que ahorita tengo en mi cajón, pero estoy segura que fueron aún más las que compré. Me levantaba o me quedaba despierta hasta las 2:00 o 3:00am para poder hablar con Héroe. No me molestaba, sabía que él también me extrañaba aunque no recuerdo cuántas veces él marcó, pero me escribía.

Tal vez nunca me acostumbré y ahora anhelo ir, pues me di cuenta que debí de aprovechar mejor lo que hacía allá.

Ahora estoy aquí y él está allá. No sé cuántas tarjetas de teléfono ha comprado, ahora existe el internet y no sé qué tan bueno sea. Tal vez él en el país extraño, no me extraña tanto. Se acostumbró a su nueva vida. Cosa que es de admirarse, yo no me acostumbro tan fácil.

Tengo 3 tarjetas en mi buró y he desechado otras cuantas. ¿Cuántas más compraré?

4 comentarios:

  1. La cosa con los intercambios es que siempre sabes que vas a regresar. Es diferente cuando en tu mente no hay una fecha de caducidad.

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  2. ahhhh...... las fechas de caducidad..... :( pero bueno. ANIMO!!!

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