Levantarme con el olor a café me transporta a Turín, Italia, al departamento donde vivía Marian y donde me hospedó durante vacaciones.
Me levantaba con el olor del café y después de tomarlo paseábamos. Hoy después de tomarlo, hay que trabajar.
27 feb 2007
25 feb 2007
Una frase
Hace 3 días mi padre me compartió una frase que había visto por ahí. Esta dice:
"Soy feliz cuando estoy contigo, pero tu no eres mi felicidad"
Hasta ayer lo entendí.
"Soy feliz cuando estoy contigo, pero tu no eres mi felicidad"
Hasta ayer lo entendí.
11 feb 2007
Me enamoré
Me enamoré de sus ojos de chocolate, de su sonrisa de vainilla con un toque de cereza.
Extraño estos sabores...
~~~~
Y él se había enamorado de mis ojos de miel, de mis labios de fresa.
Extraño estos sabores...
~~~~
Y él se había enamorado de mis ojos de miel, de mis labios de fresa.
4 feb 2007
Siete tarjetas de teléfono
Siete tarjetas de larga distancia, EuroLatina, montones de tickets con las cuentas en euros, notas de escuela en un idioma raro... Son mis recuerdos de 2005.
No tenía internet en mi cuartito de 4x4, y cuando quería escribir algún mail tenía que ir a la sala de cómputo donde no podía hablar con el Skype. Realmente sí podía, pero se me quedaban viendo feo cuando hacía ruido, o cuando tenía ganas de llorar por la melancolía y se me ponían los ojos rojos. No entendían qué se sentía estar lejos y sola en un país en el que la gente no te entiende, o al menos no quería hacer el esfuerzo por entenderte. Tal vez los otros extranjeros ya se habían acostumbrado.
Siete tarjetas de larga distancia son las que ahorita tengo en mi cajón, pero estoy segura que fueron aún más las que compré. Me levantaba o me quedaba despierta hasta las 2:00 o 3:00am para poder hablar con Héroe. No me molestaba, sabía que él también me extrañaba aunque no recuerdo cuántas veces él marcó, pero me escribía.
Tal vez nunca me acostumbré y ahora anhelo ir, pues me di cuenta que debí de aprovechar mejor lo que hacía allá.
Ahora estoy aquí y él está allá. No sé cuántas tarjetas de teléfono ha comprado, ahora existe el internet y no sé qué tan bueno sea. Tal vez él en el país extraño, no me extraña tanto. Se acostumbró a su nueva vida. Cosa que es de admirarse, yo no me acostumbro tan fácil.
Tengo 3 tarjetas en mi buró y he desechado otras cuantas. ¿Cuántas más compraré?
No tenía internet en mi cuartito de 4x4, y cuando quería escribir algún mail tenía que ir a la sala de cómputo donde no podía hablar con el Skype. Realmente sí podía, pero se me quedaban viendo feo cuando hacía ruido, o cuando tenía ganas de llorar por la melancolía y se me ponían los ojos rojos. No entendían qué se sentía estar lejos y sola en un país en el que la gente no te entiende, o al menos no quería hacer el esfuerzo por entenderte. Tal vez los otros extranjeros ya se habían acostumbrado.
Siete tarjetas de larga distancia son las que ahorita tengo en mi cajón, pero estoy segura que fueron aún más las que compré. Me levantaba o me quedaba despierta hasta las 2:00 o 3:00am para poder hablar con Héroe. No me molestaba, sabía que él también me extrañaba aunque no recuerdo cuántas veces él marcó, pero me escribía.
Tal vez nunca me acostumbré y ahora anhelo ir, pues me di cuenta que debí de aprovechar mejor lo que hacía allá.
Ahora estoy aquí y él está allá. No sé cuántas tarjetas de teléfono ha comprado, ahora existe el internet y no sé qué tan bueno sea. Tal vez él en el país extraño, no me extraña tanto. Se acostumbró a su nueva vida. Cosa que es de admirarse, yo no me acostumbro tan fácil.
Tengo 3 tarjetas en mi buró y he desechado otras cuantas. ¿Cuántas más compraré?
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